domingo, 27 de febrero de 2011

Sobre mirlosis, bicis rotas y careta



Comenzó la mañana con JordiR enfermo. 'No m'espereu, tinc mirlosis', decía su sms. ¿Qué coño es eso? Una búsqueda en la Wikipedia nos sacó de dudas: la enfermedad de los mirlos. Creo que un domingo cualquiera a las 7.30 de la mañana, a todos nos entra un poquito de mirlosis al levantarnos. En el caso de JordiR peor hubiera sido padecer mixomatosis.

Este domingo tocaba guarro, es decir, Guanta. Los siete magníficos nos dimos cita a las 8 de la mañana en el punto habitual de encuentro (Pere, JordiL, Ramon, Tito, Pedro, Jonatan y David, alias Machete). Precisamente David pidió una prórroga porque la noche había sido intensa. Eso nos dio tiempo a cambiar la bicicleta de Pedro, que amaneció con el eje trasero roto tras el pinchazo de la semana pasada. Pedro uso la bici vieja de Pere y futura montura de JordiL.

Puestos en camino, enfilamos la habitual ruta de la orilla izquierda de la riera de Caldes, por Pilingui Point Charly hasta Sentmenat. Ascenso a Guanta sin problemas y a la mesa. Dos butifarras, dos de careta a la brasa, una de butifarra negra y unos huevos con chorizo. ¡Qué le den al Gatorade! Regado con vinacho y gaseosa, ese almuerzo sí que es reconstituyente...







Y tras unos carajillos y un poco de té verde, pedales para qué os quiero. A casa. En esta ocasión sólo tomamos telemetría de la vuelta a causa de un descuido del becario encargado de esa labor. Ya le hemos dado el merecido correctivo. Se adjuntan bajo estas líneas las imágenes de la ruta de vuelta de Guanta con el perfil del descenso. El último repechoncito que hay es el de la avenida Estela Ibérica, desde el nuevo campo de fútbol hasta el parque de Europa.



Y la semana que viene, Carnaval. ¡¡¡Salud y pedales!!!

viernes, 25 de febrero de 2011

Guaaaaaaaaaaarro, guaaaaaaaaaaarro!!!

Domingo 27 de frebrero, a las 8 de la mañana. Vamos a Guanta. Unos 20 kilómetros de ida y otros 20 de vuelta. Careta, vinacho, carajillo y té verde.



Y ojo a la vuelta. Que no pase lo de siempre:

Mi mujer me preguntó: ¿Cuántas veces habéis pinchado hoy? Y yo, orgullosamente, le contesté que sólo una, pero en Guanta... Después sólo recuerdo que me desperté en el hospìtal. Horario de visitas: de 10 a 20 horas.



Salud y pedales!!!

domingo, 20 de febrero de 2011

¿Dónde está la vaporeta?

La buscamos en Ripollet, en Cerdanyola, en Collserola, en Torre Baró, en Montcada, en La Llagosta y en el bar de Ramón. No hubo suerte. La vaporeta no aparecía. Menos mal que al final la encontramos gracias a Alfonso... ¡Está en el baúl del fondo! De la que te salvaste este domingo, Alfonso. Menuda encerrona con la vaporeta... jejejejeje... chuchuá, chuchuá...

Ocho beteteros nos dimos cita en el lugar habitual y a la hora de siempre (Tito, Martí, Pere, Ramon, Alfonso, David, JordiL y Pedro). Excusaron su presencia Xavi y JordiR, pero nada supimos de Jaume y Jonatan. Sospechamos que el betetero Jonatan estuvo de guardia (vamos, vendiendo las sandías que sustrajo hace dos semanas con su fregometa, jejejeje...).




Las primeras rampas nos llevaron a Ripollet. De allí fuimos a Cerdanyola para ascender hasta Can Catà. Un fuerte aguacero nos sorprendió en mitad del ascenso, pero buscamos cobijo bajo una encina que Ramon se dedicó a agitar para que acabáramos empapados. ¿De qué sirvió buscar cobijo? De nada. Tras amainar tímidamente la lluvia, seguimos nuestro camino, pero no nos dirigimos al Foral del Vent, sino que enfilamos por el mítico puente de madera hasta Torre Baró. Parada y paisaje.








Tras coronar Torre Baró, JordiL nos engañó como a chinos y nos llevó al pico del águila. En este punto pichó una rueda Pedro. Gracias a la cámara de repuesto que llevaba Alfonso y a la mancha de Pere, se pudo seguir con la ruta tras una más que encendida discusión sobre cómo cambiar la cámara. Al estilo La Pobla o al estilo Yo lo hago siempre así. No hubo acuerdo. Mientras, Alfonso reclamaba insistentemente que la cámara valía 26 euros... ¡Ladrón, ni que fuera una de las que usa Alberto Contador!

Quien demostró que rebosa clembuterol por todos los poros de su cuerpo fue Ramon. Otras veces rezuma olor a allioli, a gazpacho o a colonia pachuli, pero esta vez demostró estar en buena forma. Este tío se dopa, fijo.

Poco antes de las 11 de la mañana, nos paramos a almorzar en pleno parque de Collserola, junto a una fuente que no brotaba.





Después de almorzar, nos dirigimos a Can Catà. Sin embargo, por enésima vez nos persiguió la maldición de las mesas romanas y tampoco las vimos. Tito tenía que asar calçots, así que tomó las de Villadiego y ya no le vimos el pelo. El resto tomamos la ruta de Ripollet - Montcada - Masrampinyo - La Llagosta para ir al Bar del Ramón y tomarnos una más que merecida cervecita. Allí nos dimos cuenta de que necesitamos a Ruper después de quitarnos los cascos (bromas a parte de lo que parecen las marcas que se nos hacen en el pelo...).



Al final nos quedó una salida guapa de unos 37 kilómetros pero con un perfil de no mucha altura. Aquí os dejo dos imágenes: una con la ruta que seguimos y otra que incluye el perfil de la jornada.

¡Salud y pedales!

viernes, 18 de febrero de 2011

Chuchuá, chuchuá a Collserola voy...

Pues eso, peña. El domingo 20 de febrero a las 8 de la mañana quedamos en el punto habitual de encuentro para darnos un voltio por Collserola. Acordaos de traer bocata y demás víveres para almorzar por el camino. A la vuelta, birra.

Y quien se quede en casa, ya puede ir preparándose para una penitencia como la del vídeo que hay bajo estas líneas.

¡Salud y pedales!

jueves, 17 de febrero de 2011

La ruta del Corriolet de Alella-Vallromanes



Gracias al betetero Pere ya tenemos el plano de la ruta del Corriolet Alella-Vallromanes. A disfrutarlo con un buen te verde y pedales.

domingo, 13 de febrero de 2011

Besando el suelo (sa matao Pedro)

El día 13, ni te cases ni te embarques ni te subas a la bici. Se veía venir. Menuda leche. Pedro recuperó hoy un más que disputado maillot de la Cruz Roja, que primero se enfundó el anterior poseedor (Jonatan), más tarde pasó a manos de Xavi y por último se lo quedó Pedro tras esmorronarse en la orilla del río Besòs, en Montmeló.

En la salida de hoy, Jonatan se cayó dos veces sin mayores consecuencias debido a la inexperiencia con el uso de las calas. Rebajó su marca personal de cinco a dos caídas. Ya es algo. Por su parte, Xavi terminó recostado sobre su hombro lesionado (el izquierdo) cuando llegábamos al tramo final del mítico corriolet de Alella a Vallromanes. Sin graves consecuencias.

En cambio, Pedro culminó la tercera ocasión en que se le salió la cadena de sitio (no hay dos sin tres y a la tercera va la vencida) con una caída en la que sufrió rascadas en la rodilla derecha, la barbilla y la napia, además de clavarse el manillar en el muslo izquierdo. Bonito hostión. Más aún cuando nadie acudió a sus gritos de ayuda, quizá porque tras besar el suelo se le llenó la boca de tierra.

Salvo estos pequeños percances, la salida de hoy fue agotadora gracias a las pendientes de la Conreria. Fuimos ocho (Tito, Ramon, Jordi R., Jonatan, David, Pere, Xavi y Pedro). Llegamos al seminario por la ruta de Sant Cebrià de Cabanyes y los Castanyers. De allí nos dirigimos a los Nou Pins, aunque en realidad hay más del doble de pinos.











En los Nou Pins, al pie del Puto Vigía (Turó de Galzeran), David puso pie a tierra y dijo que no daba una pedalada más sin hincarle antes el diente al bocata. Y allí mismo improvisamos un picnic amenizado por una bolsa de patatas fritas y un litro y medio de vinacho con gaseosa (ambos aportados por el magnífico Pere), que estrenaba bicicleta patrocinada por AXA Seguros.







Seguimos la ruta del Corriolet por Alella y Vallromanes. Más tarde seguimos en dircción a Vilanova del Vallès, Montornès y Montmeló, donde tomamos el camino que lleva a La Llagosta en paralelo al río Besòs. Allí registramos el escalofriante documento de Jonatan evacuando aguas menores (luego dicen que la industria es la que contamina el río) para hacer sitio a la birra que nos zumbamos al llegar al Parque Popular de La Llagosta.



Al final, casi 41 kilómetros y poco después de la una de la tarde en casa. Gran salida betetera.

¡Salud y pedales!

viernes, 11 de febrero de 2011

Vamos, que nos vamoooooos!!!

Domingo 13 de febrero, a las 8 de la mañana en el lugar de costumbre. Destino: Sant Mateu o Collserola, lo que diga la rubia. Para hacer boca, aquí os dejo el anuncio que me ha pasado mi colega Hernán, que el año pasado hizo la Titan Desert. Según sus propias palabras: "Lo que escuchas es lo que no paras de escuchar en tu mente cuando estás allí, lo han clavado".

¡Salud y pedales!

domingo, 6 de febrero de 2011

El caballo del malo y el millón de euros

Cero grados, ni frío ni calor. Así se presentaba la mañana de este domingo a las ocho en punto. Siete beteteros se dieron cita para dirigirse al Puig de la Creu (Ramon, Martí, Natxo, Jordi R., David, Xavi y Pedro). En el momento de la partida apareció en su fregometa nuestro amiguete Jonatan. Tras una semana de intenso trabajo... por fin dio señales de vida. No nos pudo acompañar porque dijo que estaba de guardia y tenía que atender dos llamadas de emergencia que había recibido, pero lo cierto es que después comprobamos que se había dedicado a robar sandías y llevaba la fregometa llena. ¡¡¡A robar carteras!!!



El caso es que los siete beteros enfilamos hacia Ripollet para tomar la ruta del río Ripoll. En los primeros metros descubrimos que la bicicleta de David es reversible porque "la rueda de atras es la de adelante y la de adelante es la de atrás". Ahí queda eso. Luego cuando volví a casa estuve pensando intensamente en esta frase (ver foto inferior) y me dije a mi mismo dios mediante: "Joder, que profundidad. No sé qué coño hacemos yendo en bici cuando podríamos formar un club filosófico de libre pensadores".



Pero volvamos a la crónica de la jornada betetera. Allí estábamos los siete, en el Ripoll, rodeados de patos y con Martí lanzando el aullido pallarés de la época de celo para intentar aparearse con un faisán. Espeluznante.

El caso es que ya antes de las primeras rampas que conducen a Castellar del Vallès nos dimos cuenta de que el pelotón eran seis beteteros y detrás siempre estaba el caballo del malo, vamos que Pedro hacía de coche escoba. Como siempre. No podía con su alma y es que no se puede estar dos meses sin tocar la bici porque luego pasa lo que pasa...



Al final, llegamos a Castellar del Vallès y tras un breve debate se descartó el ascenso al Puig de la Creu y se optó por regresar a casa por una nueva ruta por la que nos guió Xavi. Por cierto, que eso de que "por aquí es todo bajada" es una interpretación léxica muy particular...

La primera rampa nos dio en la misma frente al subir al tanatorio de Castellar. Joder, con la cuestecita... menos mal que era todo bajada... Ya te pillaré a solas en un callejón oscuro, Xavi.









Esta ruta nos llevó a través de Pedra Santa y Polinyà hasta la rotonda de la carretera de Santa Perpètua a Sabadell. Allí tomamos el camino de Torreferrusa, el Castell de can Taió y para el barrio. Hubo quien se fue a ver los Tres Tombs y quien fue a echar una birra al bar de Ramón. Y hasta hubo quien no vino a la salida porque estaba en Lloret. Y ¿qué hacían Alfonso y Pere en Lloret? Dentro vídeo.



El próximo domingo nos vamos a Sant Mateu por la Conreria. Haremos un picnic, así que acordaros del bocata y la bota de vino. Y no os olvidéis de lo que dijo Martí: "Si me toca un millón de euros en la lotería, a lo mejor me cambio la bici". ¡¡¡Grandeeeeeeeeeee!!!

¡Salud y pedales!

viernes, 4 de febrero de 2011

Al Puig de la Creu

Domingo 6 de febrero. Ocho de la mañana, frente al Bonpreu. Nos vamos al Puig de la Creu. ¡Salud y pedales!