domingo, 6 de febrero de 2011

El caballo del malo y el millón de euros

Cero grados, ni frío ni calor. Así se presentaba la mañana de este domingo a las ocho en punto. Siete beteteros se dieron cita para dirigirse al Puig de la Creu (Ramon, Martí, Natxo, Jordi R., David, Xavi y Pedro). En el momento de la partida apareció en su fregometa nuestro amiguete Jonatan. Tras una semana de intenso trabajo... por fin dio señales de vida. No nos pudo acompañar porque dijo que estaba de guardia y tenía que atender dos llamadas de emergencia que había recibido, pero lo cierto es que después comprobamos que se había dedicado a robar sandías y llevaba la fregometa llena. ¡¡¡A robar carteras!!!



El caso es que los siete beteros enfilamos hacia Ripollet para tomar la ruta del río Ripoll. En los primeros metros descubrimos que la bicicleta de David es reversible porque "la rueda de atras es la de adelante y la de adelante es la de atrás". Ahí queda eso. Luego cuando volví a casa estuve pensando intensamente en esta frase (ver foto inferior) y me dije a mi mismo dios mediante: "Joder, que profundidad. No sé qué coño hacemos yendo en bici cuando podríamos formar un club filosófico de libre pensadores".



Pero volvamos a la crónica de la jornada betetera. Allí estábamos los siete, en el Ripoll, rodeados de patos y con Martí lanzando el aullido pallarés de la época de celo para intentar aparearse con un faisán. Espeluznante.

El caso es que ya antes de las primeras rampas que conducen a Castellar del Vallès nos dimos cuenta de que el pelotón eran seis beteteros y detrás siempre estaba el caballo del malo, vamos que Pedro hacía de coche escoba. Como siempre. No podía con su alma y es que no se puede estar dos meses sin tocar la bici porque luego pasa lo que pasa...



Al final, llegamos a Castellar del Vallès y tras un breve debate se descartó el ascenso al Puig de la Creu y se optó por regresar a casa por una nueva ruta por la que nos guió Xavi. Por cierto, que eso de que "por aquí es todo bajada" es una interpretación léxica muy particular...

La primera rampa nos dio en la misma frente al subir al tanatorio de Castellar. Joder, con la cuestecita... menos mal que era todo bajada... Ya te pillaré a solas en un callejón oscuro, Xavi.









Esta ruta nos llevó a través de Pedra Santa y Polinyà hasta la rotonda de la carretera de Santa Perpètua a Sabadell. Allí tomamos el camino de Torreferrusa, el Castell de can Taió y para el barrio. Hubo quien se fue a ver los Tres Tombs y quien fue a echar una birra al bar de Ramón. Y hasta hubo quien no vino a la salida porque estaba en Lloret. Y ¿qué hacían Alfonso y Pere en Lloret? Dentro vídeo.



El próximo domingo nos vamos a Sant Mateu por la Conreria. Haremos un picnic, así que acordaros del bocata y la bota de vino. Y no os olvidéis de lo que dijo Martí: "Si me toca un millón de euros en la lotería, a lo mejor me cambio la bici". ¡¡¡Grandeeeeeeeeeee!!!

¡Salud y pedales!

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