domingo, 25 de abril de 2010

Collserola: 'behind the musgo, my friend'

Vacía tu mente.
Libérate de las formas.
Como la bici.
Pon agua en el bidón y será el bidón.
Ponla en la cadena y se te oxida.
La bici puede rodar...
o hacerte sufrir.
Sé bici, my friend.



Sí, amiguetes. Cuatro fueron los valientes que hoy hicieron caso de la llamada del aberroncho de Collserola (Martí, David, Jordi R. y Pedro). Poco después de las 8.30 am (hora zulú) emprendimos camino hacia el Castell de Can Taió, Ripollet, Cerdanyola del Vallès y el parque de Collserola. El recorrido habitual para encarar las lomas y partirnos los lomos en un ascenso que resultó menos intenso y más corto que en otras ocasiones. Allí escuchamos la llamada del aberroncho, behind the musgo, my friend.



Poco antes, una maquinilla de afeitar gigante enganchada a un parapente estuvo a punto de rasurarnos el vello púbico, pero a parte de eso no tuvimos ningún percance y llegamos a Can Coll sanos y a salvo. Parada y fonda.



Y la vuelta la hicimos por el mismo camino y sin caídas (¡Ojo David, agujeroooooo!), pero perseguidos por un par de tíos raros raros raros vestidos de verde y con tricornio que no paraban de decirnos "Alto a la Guardia Civil, alto a la Guardia Civil". ¡Qué pesaos! ¡Y solo por echarnos una meadilla en una tapia! En la tapia del cuartel de la Mereterita, claro, jejejejeje... Pedales para qué os quiero.

Una vez en casa hicimos un resumen de la salida:



Al final solo 25 kilómetros bTTeros. Menos da una piedra.

Salud y pedales, colegas.

viernes, 23 de abril de 2010

Destino: Collserola

Ñores y ñoras, nos vamos a Collserola. Domingo 25 de abril a las 8.30 AM (hora zulú) frente al Bonpreu.

Engrasad vuestras cadenas, el cambio y tened a punto los frenos, que vamos a por todas y no pensamos hacer menos de 40 kilómetros ni prisioneros. Quien resulte herido, se tendrá que quedar en su sutio con unos cigarrillos y algo de munición. ¡Malditos japos!



Lo dicho, a Collserola. Habrá almuerzo, echad unos eurillos.

Salud y pedales, colegas.

domingo, 18 de abril de 2010

La Conreria, ir pa ná es tontería

Sí, colegas. Me gustaría iniciar está crónica BTTera con otro título. La verdad es que me gustaría explicaros que tras 14 kilómetros cuesta arriba, llegamos a una isla en mitad de un exótico paraíso habitado exclusivamente por voluptuosas vestales que nos dieron un caluroso recibimiento. Que el día era radiante. Que nadie se perdió en mitad de la montaña.

Pero no fue así, aunque por lo menos esta vez no tuvimos que lamentar que nadie acabara aberronchao por los suelos. Las gallinas que entran por las que van saliendo.



El caso es que esta mañana llovía, por lo menos hasta eso de las nueve y media. Dos colgaos, mejor dicho, dos descolgaos se perdieron en mitad del monte (por allá donde Cristo perdió una alpargata) y casi los cosen a tiros unos tíos raros raros raros vestidos de camuflaje que practicaban airsoft. ¡Coño, hay gente rara pa to!

El caso es que tras meternos una paliza cuesta arriba dura de pelotas ¿qué nos encontramos? Pues nada más y nada menos que un colegio de curas y una congregación de monjes cartujos que al vernos con nuestras ceñidas vestimentas de ciclistas salieron en tropel arremangándose los hábitos para intentar hacer blanco en nuestros traseros. Ni un triste bar. Lo dicho: la Conreria, ir pa ná es tontería.

¿Y qué hicimos ante el ataque de los monjes? Pedales, para qué os quiero. ¡Geroooooooooooooooonimo! Todo para abajo, a toda pastilla y que sea lo que sea.



Hubo alguno que planteó ir a la torre del vigilante, que es un pavo con prismáticos en mitad de la nada que se pasa el día de gallola en gallola controlando si se prende fuego al bosque. Unos 30 o 45 minutos más de subida. Pero ¡qué coño dices! ¡Si por lo menos fuera la torre de la vigilante de la playa, vale! ¡¡¡Anda yaaaaaaaaaa!!!

El caso es que fuimos ocho y volvimos ocho (Xavi C., José Andrés, Jordi, Txolo, Pere, David, Jordi R. y Pedro), pero únicamente cuatro valientes se atrevieron a un tercer tiempo en el bar de Ramón. Fue un desayuno frugal regado como es habitual con productos de la tierra. También nos hicimos unas fotos.



Y eso fue más o menos todo, colegas. ¡Salud y pedales!

viernes, 16 de abril de 2010

Domingo 16 de abril, donde nos lleve el viento

Bueno, gente BTTera, hay concentración (KDD) el domingo 16 de abril a las 8.30 horas en las puertas del Bonpreu. El destino está por definir y probablemente se decida allí mismo. Existen diferentes opiniones: sierra de Marina, Santiga o Gallecs, aunque Txolo ha apuntado incluso la opción de volver a Collserola. Bueno, pues aquí queda el aviso, porque el que avisa no es traidor, es avisador. ¡Salud y pedales!

domingo, 11 de abril de 2010

Nueva ruta hacia Guanta

Este domingo engrasamos los cambios y las cadenas de las bicis, pero algunos todavía estábamos resacosos tras una noche de sábado marcada por el Clásico (Real Madrid 0 - FC Barcelona 2). "No recuerdo cuánas birras llegué a beberme anoche", decían un par de culés. Aún así enfilamos hacia la riera de Caldes con alguna legaña colgando cuando el reloj marcaba casi las 9 de la mañana.



Éramos seis: Txolo (el máquina), Pere (el crack), Alfonso (el GPS), José Andrés (el que sube a la bici y ya no lo ves), Germán (más largo que un día sin pan) y Pedro (el caballo del malo). Precisamente Pedro optó por la ruta aternativa: en vez de remontar la riera por el parque del trenecito de Palau (el camino fácil), la cruzamos y rondando una cuesta detrás de otra nos dirigimos a Palau-Solità i Plegamans por caminos que nos permitían gozar de unas vistas impresionantes, con Gallecs y el Montseny a la derecha y Polinyà y la Mola a la izquierda.

Hubo cierto desconcierto para encontrar el camino de Sentmenat cuando llegamos a Palau, pero como preguntando se va a Roma al final encontramos nuestra ruta. Lo estrafalario fue ver como seis pájaros en bicicleta le preguntában de buena mañana a una pobre mujer que paseaba su perro dónde estaba el cementerio de Palau. ¡Lagarto, lagarto!

Ya en Sentmenat enfilamos hacia el Castell y las estribaciones de Guanta. El ascenso se hizo a saco, pero el momento estelar fue la llegada de Pedro. El resto de la compañía ya estaban sentados y a punto de pedir cuando el nota apareció arropado con una gran bandera del Barça a modo de capa que desató las risas y las ovaciones de la concurrencia. Había más de un centenar de ciclistas en Guanta.

Tras la entrada triunfal, todo el mundo a la mesa. Hubo huevos con jamón, huevos con chorizo, careta y butifarra negra. Regado con vinacho y gaseosa, agua, carajillos de Baileys y cafés. Los presuntos chupitos de orujo de hierbas que se ven en las fotos son en realidad probetas del control antidoping que tuvimos que pasar cuatro de los seis beteteros. ¡No confundamos, eh!

En un momento dado, Alfonso se convirtió por unos insantes en el Tío la Vara. ¿Qué habría pasado si hubiese venido su archienemigo Tito el capitán Fanegas? Habría sido un duelo memorable.

La vuelta fue un descenso a toda pastilla pero esta vez sí enfilamos por la orilla de la riera de Caldes en la que está el parque del trenecito. A punto de llegar a casa y ya pareciendo que saldríamos indemnes tras la anterior y accidentada salida a Collserola, Txolo nos sorprendió cuando un jabaí disfrazado de niña en bicicleta se le atravesó en el camino. Logró esquivar el impacto, pero la rueda se le encalzó en un bordillo y tomó tierra. Mejor dicho, se hartó de tierra, se esmorronó. Menos mal que al ser Made in Pallars, Txolo no se rompió ni una uña.

Y tras 39 kilómetros de esfuerzo, sudor y alguna ventosidad a modo de propulsión extraordinaria, sobre la una de la tarde llegamos cada uno a su casa. Y eso que algunos aún proponían ir a echar una caña. Lo que dijo José Andrés: "Esto de la BICI va camino de convertirse en VICI-O". ¿Alguien lo dudaba?

Salud y pedales, colegas.