jueves, 6 de diciembre de 2012

Pasando revista en Guanta


Recobrar las buenas costumbres. ¿Qué es eso de dormir hasta las tantas y dejar que la bici se oxide en el mejor de los casos colgada en el trastero de casa? No valían excusas, ni se pedían ni se atenderán. Quien vino, bien. A quien faltó, que se aplique la maldición gitana de la convocatoria.

A la hora convenida nos encontramos en el nuevo punto de encuentro de la peña betetera de BTT la Florida (la granja de Can Taió). Cortadito en mano, empezamos a repasar la convocatoria y ya advertimos que algo no iba bien. Faltaba Alfonso. Algo despistado, confundido por la noche... y estaba plantado como un ajo porro en la puerta del Bonpreu. Menos mal que estaba acompañado de su amigo el manco, ese a quien lamentará durante muchos años haber conocido la malagueña de Guanta. Pere, que bromista eres... ;-)

Menos mal que inventaron el teléfono móvil y nos reunimos todos para pedalear un rato. De camino a Guanta recogimos a Candi, Ana, Carlos y a un homeless con guantes de verano recortados, alias Germán. ¡Qué manera de jugarse el futuro profesional! Germán, ya me explicarás como piensas pasar ahora las hojas de los libros en el biblioteca si con el frío que hacía se te habrán quedado los dedos como los de Juanito Oiarzabal. ¡Cinco cervezas para la serrería!

El frío nos acompañó hasta que llegamos a Guanta, rodando a ritmo patatero porque en el furgón de cola iba Pedro, alias bad horse. Sin embargo, una vez en el interior del zulo empezamos a entrar en calor, se sucedieron algunos arrumacos y un intento de ósculo vecinal entre David y Tony. Ya se sabe que el roce hace el cariño.

Unas caretas, butifarras y huevos con chorizo mediante, la emprendimos con los cafeles y un poco de te verde. Ahí fue cuando el amigo manco de Alfonso hizo su aparición y Pere le sacó los colores a la siempre extrovertida malagueña. Eso le pasa por meterse en conversaciones ajenas...

Compramos lotería y cuando íbamos a coger las bicis para volver... ¡Milagro! Alfonso tuvo una visión. Recibió una señal divina. El famoso perro Pancho se le apareció y entre arrumacos caninos lanzó una premonición... "este año nos toca". Lo que no dijo era qué nos va a tocar, si los cojones o la lotería... Ya se verá.

El regreso resulto un poco confuso, con gente que iba atrás pero que luego aparecía por delante y cosas de esas que sólo pasan en Resacón en Las Vegas. Pero como lo que pasa en Guanta se queda en Guanta, no vamos a entrar en más detalles.



Y colorín, colorado, esta crónica se ha acabado. ¡NO! Antes debo darle algo de caña a Martí. Se había comprometido a venir, pero prefirió irse a cuidar las gallinas que tiene en el pueblo porque alguien le ha dicho que hacer BTT te españoliza. Martí, no creas todo lo que dicen del BTT, piensa que es simplemente una casualidad que el gobierno esté pensando en cambiar el nombre de BTT la Florida por WerTT la Florida.

Ahora sí. Nos vemos por esos caminos, mantas. ¡Salud y pedales!

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