Buena mañana para salir en bici la que amaneció el pasado domingo. Siete beteteros (últimamente ésta es la cifra mágica de congregación) nos dimos cita para acometer las rampas del mítico Galzeran, también conocido en el argot de BTT la Florida como Lo puto vigía. Ramon, Antonio, Javi, David, Pere, Tito y Pedro hicieron acto de presencia para dar cuenta de la matinal betetera.
Con una temperatura más que aceptable para estar en pleno invierno, se cruzó el río Besòs sin los inconvecientes de otras ocasiones porque esta vez el caudal permitía no mojarse para salvar el cauce. Así las cosas, nos enfrentamos con las primeras rampas y sólo hubo que lamentar un pequeño despiste de Pedro que erró la ruta justo al enfilar la subida de las viñas.
Sin más problemas nos plantamos en el seminario de La Conreria para descubrir que David lleva un hamster dentro suyo. Mientras hubo quien se conformó con un traguito de agua o una barrita energètica, David la emprendió como si fuera un maldito roerdor de Pixie & Dixie con una bolsita de cacahuentes y kikos.
Roe que te roe, llegamos a los Nou Pins (¿por qué le llamarán así a ese sitio si en realidad hay como 20 pinos?). Y en vez de atacar Galzeran por la ruta más corta o por el abrupto zig-zag de la viña, nos envalentonamos y lo hicimos por Alella Park. Con un par de cojones y una bolsita de cacahuetes.
Llegados a la cima, fue el momento del cachondeo. David se pudo a darle vueltas a la torre del vigía como si se tratara de la rueda de su jaula de hamster, mientras Javi lamentaba el cambio de planes que le alejaba de su anhelado bautizo betetero en Guanta. La próxima vez será, lo prometemos, Javi.
Tras unos minutos de risas, iniciamos el descenso para terminar dando cuenta de unas bebidas isotónicas (birras) y una de callos y otra de bravas en el bar de Ramón. Luego para casa y hasta el próximo domingo.
¡Salud y pedales!
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