
Bien. Os explico la anéctoda de La cosa del pantano. El domingo pasado mientras íbamos pedaleando por Gallecs, nuestro coleguita Xavi C. nos vio desde lejos. Apretó el culo y se lanzó a por nosotros a toda pastilla cuando nos dirigíamos hacia el Castell de Palau. ¿Por qué no nos encontramos? Muy sencillo. Porque se convirtió en La cosa del pantano (ver foto superior). Vamos, que de tan follao que iba se pensó que un barrizal no podía ser peligroso y metió la rueda en un agujero. Las calas no salieron y bici y ciclista al barro... jajajajajaja...
Salud y pedales, colegas.
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