1a ruta nocturna del Murciélago Cierrabares (ojo, terreno resbaladizo)

BTT la Florida culminó anoche el primer MURCIÉLAGO CIERRABARES, la primera ruta nocturna a Guanta. Armados con potentes linternas adquiridas en un todo a cien chino, once beteteros se dieron cita en la rotonda del paseo de Can Taió a las ocho de la tarde y al grito de ¡¡¡Pásame fichas!!! comenzaron a pedalear como posesos para cubrir lo antes posible los 20 kilómetros que nos separaban de nuestro destino: un impresionante CHULETÓN.

Pasamos lista: Víctor (el sobrino Micky Mouse), Pere, David, Jaume, Martí (alias costilla que se astilla), Tito, Pedro, Ramon, JordiL, Melo y Alfonso. Hubo tres ausencias: Xavi Canalejas (alias hombre del tiempo resbaladizo) y sus dos vecinos. ¡¡¡Cagaos!!! Sí, los tres se rajaron porque no veían claro el cielo y temían que el terreno estuviera resbaladizo. Y el terreno lo que estaba era duro como una piedra, que se lo pregunten a Martí.

Salimos finalmente a eso de las 20.30 horas tras hacernos unas fotos de grupo que hemos aprovechado para renovar la cabecera del blog. Tomamos la ruta sencilla para no complicar demasiado el recorrido y paramos en la fuente de Sentmenat cuando pasaban algunos minutos de las 21.30 horas.

En ese momento comenzó a oscurecer, pero nadie se acanalejó (neologismo similar a canguelo pero con tintes de maestro de escuela miedoso) y enfilamos los últimos tres kilómetros de rampas que llevan al Castell de Guanta. Luces encendidas, sonidos de bosque nocturno y crujir de cambios para la recompensa final, el chuletón (seis hechos y cinco en el punto).

Como de costumbre, Pedro hizo de tartaruga y Alfonso de rueda buena para que el cronista llegara arriba. Más vale tarde que nunca. No perdonó la malagueña el retraso y tuvo palabras de reproche para el lento.

Sentados a la mesa, corrieron una ronda de birras, vino con gaseosa, chuletones, algunos postres, carajillos, varios copones y dos botellas de té verde. Risas, cachondeo y pedales para que os quiero.

El descenso más pronunciado se hizo con cautela y en grupo. Luego el pelotón comenzó a estirarse y tras dejar atrás Sentmenat hubo quien se confió y dio con sus huesos en el terreno resbaladizo, que en realidad estaba más seco que la mojama y duro como una roca. Martí se pego un santo costalazo tras meter la rueda delantera en un agujero (a partir de ahora conocido como lo puto bujero), rompió sus gafas y se dio un fuerte golpe en las costillas. Sin embargo, la flecha de la Pobla de Segur se volvió a montar en su Ghost y para casa.

Dentro vídeo...



Y para finalizar, desvelamos la incognita del enigma... Qui és el Batiato?



Nos vemos en los caminos que llevan a los bares. ¡¡¡SALUD Y PEDALES!!!